Nuestros Orígenes: Una Semilla de Esperanza
La historia de nuestro establecimiento se remonta a 1967, cuando nace como la escuela F-319, una escuela anexa al Liceo de Pueblo Seco, para satisfacer una sentida necesidad cultural y educativa en la localidad de Quiriquina. En sus inicios, comenzó impartiendo los primeros niveles de educación básica, creciendo gradualmente hasta completar la enseñanza prebásica y básica.
Crecimiento y Expansión: Mirando al Futuro
Con una clara visión de futuro, y gracias al impulso de líderes como nuestro primer director, el Sr. Héctor Figueroa Alarcón, el 30 de julio de 1984, el establecimiento amplía su oferta educativa a la Enseñanza Media Humanista-Científica, transformándose en el Liceo C-84 de Quiriquina.
Una Vocación Técnico-Profesional
Considerando la fuerte vocación agropecuaria de nuestra zona, el 13 de septiembre de 1989, dimos un paso fundamental al convertirnos en el Liceo Politécnico C-84, incorporando la especialidad de "Técnico Agrícola de Nivel Medio". Este hito marcó nuestro compromiso con el desarrollo productivo local.
El 30 de diciembre de 2002, respondiendo a los anhelos de los jóvenes y la comunidad, ampliamos nuestra oferta: la especialidad agrícola pasó a denominarse Agropecuaria, con un currículo más extenso, y se implementó la nueva especialidad de Servicios de Alimentación Colectiva.
Un Nombre con Significado: Homenaje a Víctor Jara
El 13 de enero de 2010, nuestro establecimiento adoptó con orgullo el nombre oficial de "Colegio Politécnico Víctor Jara". Este cambio fue un homenaje al célebre cantautor chileno, de renombre nacional e internacional, quien nació en nuestro sector de Quiriquina un 28 de septiembre de 1932.
Hacia la Excelencia: Sello Bicentenario
En nuestro constante camino hacia la mejora, el año 2024 marcó un hito trascendental al ser reconocidos e incorporados al programa de Liceos Bicentenario de Excelencia del Ministerio de Educación. Este sello reafirma nuestro compromiso con una educación de alta calidad, centrada en potenciar las oportunidades de aprendizaje y el desarrollo integral de cada uno de nuestros estudiantes.
Hoy, miramos nuestro pasado con orgullo y nuestro futuro con optimismo, reafirmando cada día nuestro compromiso de ser un faro de excelencia educativa en la comuna de San Ignacio y la Región de Ñuble.